Como un corazón que evade los silencios del adiós al quedarse solos los pupitres, la noticia fatal nos ha venido hecha un balón cuando atraviesas sin mirar el patio en pleno recreo. De ahí que en esta edición 2009 del Día de la Paz en las líneas de cada presentimiento con los que la tiza dibuja el horizonte, la cátedra de A Coruña donde impartías magisterio será cada vez mas visible y audible, para quienes compartimos el secreto de estar orgullosos de valernos de la ilusión con los niños y la razón con los hombres. Pudiendo igual contarte lo feliz que en mi nuevo destino me siento y como entonces hoy encuentro sentir tu presencia empujando el aire que sobre la piedra quieto se posa y esposa al maestro con su oficio. Haciéndose eterno al revivir la meritoria labor que nos has regalado para siempre, por lo que allá donde estés en la cartografía del alma, Xesus amigo sabremos que la Paz está contigo.
José Ramón Santana Vázquez
Fundador del Aula de Paz Camín de Mieres
Escuela Asociada A la UNESCO
Nunca es fácil escribir sobre personas que acaban de desaparecer. Sobre todo cuando, con mayor o menor intensidad, las hemos conocido personalmente. Hoy, por desgracia, es uno de esos días. Este mensaje es para recordar la figura de Xesús Rodríguez Jares, profesor y catedrático de la Universidad de A Coruña. Su campo de especialización fueron los temas o áreas transversales, especialmente la "Educación para la Paz y derechos humanos" sobre la que publicó libros, artículos y desarrolló proyectos educativos innovadores. Podeis ver un listado de sus publicaciones en la base de datos de Dialnet.
A Suso, lo conocí hace más de veinte años atrás en Galicia cuando yo todavía era un estudiante de Pedagogía en la Universidad de Santiago de Compostela. Recuerdo que en un trabajo que teníamos que realizar fue muy útil un texto de él sobre "investigación del entorno". Más tarde, ya siendo ambos profesores unviersitarios, seguimos encontrándonos esporádicamente en algún evento académico. Fueron pocas veces, pero lo suficientemente intensas y cómplices como para seguir manteniendo un cierto vínculo de afecto y respeto intelectual.
Lo que hoy quisiera destacar es que Xesús era un docente y pedagogo comprometido con el cambio, la mejora e innovación de la educación como una necesidad básica para construir una sociedad democrática. No fue profesor universitario ajeno a la acción y práctica social, sino que también se implicó de forma activa en asociaciones como Nova Escola Galega, donde impulsó el grupo de "Educadores pola paz", o en la Asociación Española para la Investigación para la Paz (AIPAZ).
Pero sobre todo Xesús R. Jares fue un intelectual comprometido con la construcción de un pensamiento socriocritico sobre la educación de la ciudadanía del siglo XXI. Sus reflexiones y aportaciones sobre educar para una sociedad más democrática, justa y solidaria son de interés para toda la comunidad latinoamericana de educadores. Para haceros una idea de lo que pensaba y le preocupaba fijaros en los temas que aborda en alguno de sus libros.
- Educación y derechos humanos. Popular, Madrid, 2002.
- Educar para la paz en tiempos difíciles. Bakeaz, Bilbao, 2004.
- Educar para la verdad y la esperanza. En tiempos de globalización, guerra preventiva y terrorismos, Popular, Madrid, 2005. (También se publicó en lengua portuguesa)
¿Y cómo ve las últimas peticiones
de objeción de conciencia
y desobediencia civil
a la nueva asignatura?
Realmente muy desafortunadas,
irresponsables y peligrosas.
Las últimas proclamas de algunos
obispos y de algunas asociaciones
de padres de centros católicos
propugnando la objeción
de conciencia y la desobediencia
a la nueva asignatura, aprobada
democráticamente en el
Parlamento y con la aprobación
social de la mayoría de la sociedad,
es realmente una irresponsabilidad
de difícil calificación. Es
como si a alguna persona o asociación
les da por propugnar la
desobediencia a las Matemáticas
o a la enseñanza de la Historia o
a la Educación Física para las niñas.
Tampoco es de recibo la última
propuesta de la Iglesia Católica
que, ante la inevitabilidad
de la entrada en vigor de la nueva
asignatura, están intentando
diluirla como asignatura optativa
o como alternativa a la Religión
junto con al estudio dirigido.
La Educación para la Ciudadanía
es una necesidad para todos
los estudiantes, sin ningún tipo
de distinción, y, por consiguiente,
ni puede ser una ‘maría’,
ni ser utilizada como subterfugio
para completar horario, ni como
alternativa a ninguna otra materia.
Obligatoria para todos, impartida
con las mayores garantías,
con una carga horaria en ningún
caso inferior a las dos horas semanales,
con unos contenidos ligados
a la centralidad y complejidad
de su naturaleza y con
un profesorado debidamente formado.
¿Y sobre el supuesto adoctrinamiento?
También resulta incompresible
esta posición, a menos que sean
otros los intereses, porque todavía
no he escuchado un solo argumento
que diga en qué se pretende
adoctrinar y en que contenido
de la nueva asignatura es
moralmente rechazable o legalmente
condenable. Es decir, se
hace hincapié en la posición de
rechazo a través de la pantalla
del posible adoctrinamiento pero
en ningún momento se va al
análisis de sus contenidos. Recordemos
cómo el argumento
del adoctrinamiento se lanzó nada
más aparecer la asignatura en
la LOE, mucho antes de que se
comenzara a debatir sus contenidos.
Y esta forma de proceder
es precisamente desaconsejable
para afrontar los conflictos de forma
no violenta. No podemos parapetarnos
en una posición determinada
sin ir antes a las causas
y posibles soluciones de los
mismos, además de saber distinguir
entre conflicto y falso conflicto,
ente interés privado e interés
público. Diríamos que, tanto
por el fondo como por la forma,
esta posición no se sostiene.
Ahora bien, la asignatura se fundamenta
en los valores y contenidos
de la democracia, la no discriminación,
la libertad, los derechos
humanos, la justicia social,
la cultura de la paz, la no violencia,
etc. Valores y contenidos
que es sobre lo que debemos decir
si compartimos o no.
El capítulo dos plantea la
cuestión de cómo perciben
profesores y alumnos la situación
de convivencia en
las escuelas, otra cuestión
que vuelve a estar muy de
actualidad en los medios,
¿hay una especial preocupación
por este tema entre
estos dos colectivos?
Sin duda, aunque aparecen diferencias.
En las investigaciones
que he dirigido en Galicia y en
Canarias, constatamos cómo el
profesorado tiene una mejor percepción
del clima de convivencia
que el alumnado, sector éste
que aparece prácticamente escindido
a la mitad entre los que
se sitúan en la tendencia positiva
y los que lo hacen en la negativa.
Sin embargo, la mayoría
del profesorado, concretamente
el 67,4%, tienen una percepción
bastante buena o buena de la
convivencia entre el profesorado
y el alumnado. Pero, cuando
preguntamos por la situación de
la disciplina y de la violencia en
el alumnado, la mayoría del profesorado
como del alumnado
coinciden en tener una percepción
muy negativa de ambos
procesos. Coincidencia que se da
tanto en el alumnado como en
el profesorado de la red pública
como de la privada concertada.
Ahora bien, esta percepción
negativa de la situación de la indisciplina
y de la violencia, no se
corresponde cuando preguntamos
por hechos concretos de
violencia tanto entre el alumnado
como en las relaciones entre
éstos y el profesorado. Así,
por ejemplo, cuando se pregunta
por los posibles usos de diferentes
tipos de violencia en las
relaciones entre el alumnado y
el profesorado, los resultados obtenidos
muestran que las acciones
violentas del alumnado en
sus relaciones con los docentes
son, en opinión del profesorado,
prácticamente minoritarias o inexistentes.
El único tipo de violencia
que preocupa a la mayoría
del profesorado en relación
con el alumnado es, al igual que
en las relaciones entre el alumnado,
el pasotismo o indiferencia.
Y, no cabe duda, que es muy
discutible el situar el pasotismo
o indiferencia como una forma
de violencia.
También habla de la experiencia
de un servicio de
mediación en un centro
educativo, ¿cree que este tipo
de instrumentos están
funcionando adecuadamente
o sugeriría otras fórmulas?
La mediación es un instrumento
más para resolver los conflictos
y mejorar la convivencia.
Ni es la panacea ni se puede presentar
como única herramienta.
Tiene la ventaja de que implica
a todos los sectores de la comunidad
educativa, pero no debemos
olvidar que lo recomendable
es que las partes en conflicto
negocien directamente su resolución.
La experiencia que presento
en el libro se está llevando
a cabo en el IES de Teis de Vigo,
y las valoraciones son muy positivas
por los diferentes sectores
implicados, aunque, evidentemente,
no resuelve todos los conflictos
ni se puede aplicar en todas
las ocasiones. En cualquier
caso, es una forma de dar reconocimiento
a este tipo de experiencias
y al mismo tiempo presentar
hechos y acciones concretas
que prueban que es posible
y exitoso actuar para mejorar
la convivencia.
El último capítulo del libro
está dedicado a las familias,
¿qué papel están jugando
actualmente en la
mejora o empeoramiento de
la convivencia escolar?
Creo que es un tema central
por dos motivos esenciales, por el
papel y las responsabilidades que
tienen las familias en la educación
para la convivencia como en sus
relaciones con los centros educativos.
Sin duda será un tema central
en los próximos años en el
campo educativo. En el capítulo
desarrollamos tres contenidos
esenciales: las relaciones familiascentros
educativos, los diferentes
errores que consideramos se están
cometiendo en la educación
de nuestros hijos y, en el tercero
presentamos varias estrategias para
favorecer la convivencia en las
familias y facilitar la resolución pacífica
de conflictos.
Autor: Xesús R. Jares
Editorial: Graó
Año: 2006
Este es un libro asentado en la experiencia
reflexiva, en la investigación
y en la intervención en diferentes contextos
educativos.
Pedagogía de la convivencia es una invitación
al diálogo, a la reflexión crítica
y a la intervención global sobre un
tema esencial para nuestro modelo
educativo y social, al mismo tiempo
que intenta demostrar que educar para
la convivencia desde criterios democráticos
es posible y necesario.
El primer capítulo indaga en los marcos
y contenidos de la pedagogía de la
convivencia –respeto, derechos humanos,
ternura, diálogo, solidaridad,
perdón, esperanza, etc.–, así como en
los factores disgregadores de la misma.
En el segundo, se presentan los principales
resultados de la investigación
«Conflicto y convivencia en los centros
educativos de Secundaria»; supone la
respuesta a dos preguntas fundamentales,
¿cómo percibe el profesorado y
el alumnado la situación de la convivencia
en sus centros? y ¿qué estrategias
y espacios reconocen que se están
utilizando para mejorarla?
En el tercero se presentan, desde una
perspectiva global e integrada, diversas
propuestas para los diferentes ámbitos
del centro educativo. En el cuarto se
aborda la experiencia de la puesta en
marcha del servicio de mediación en
un centro de Secundaria. El quinto y
último capítulo, está dedicado al papel
de las familias en la educación para la
convivencia.
Pedagogía de la convivencia
«La mediación es un instrumento más
para resolver los conflictos.
Ni es la panacea ni se puede
presentar como única herramienta»
Xesús Rodríguez Jares
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