La Rochelle es una ciudad
francesa de 76 848 habitantes, capital del departamento de Charente Marítimo.
Ubicada en la costa atlántica, se encuentra dentro de esta en una posición
intermedia entre la punta de Bretaña y el País Vasco francés. Alberga un
aeropuerto compartido con la isla de Ré.
Se menciona por primera vez a La
Rochelle en el siglo XI. Era entonces un pequeño pueblo de pescadores llamado
Rochella (un diminutivo de Roche, roca), porque estaba construido sobre una
plataforma rocosa. Empieza a desarrollarse y obtiene a finales del siglo XI su
estatuto de ciudad libre (por la carta «charte de commune»), deshaciéndose así
de la tutela feudal. Por su excelente localización geográfica (cerca de la isla
de Ré), crece el comercio y la prosperidad del puerto. Sus socios comerciales
predilectos son Gran Bretaña y el norte de Europa. Durante la guerra de los
Cien Años la ciudad permaneció en manos inglesas hasta que en 1372 la armada de
Castilla (aliada de Francia) derrota contundentemente en sus aguas a la inglesa
en la llamada batalla de La Rochelle, facilitando así la posterior conquista
franco-española de la plaza.
El cosmopolitismo, el relativo
alejamiento de París y las influencias nórdicas hacen que las ideas laicas y
luego reformistas se impongan con facilidad. La Rochelle se vuelve de hecho la
capital gala del protestantismo. En ella se firman en 1571 las Confesiones de
Fe de las Iglesias Reformadas de Francia. Los grandes jefes protestantes, como
La Rochefoucauld y Enrique de Navarra, futuro Enrique IV de Francia, se
instalan allá, seguidos de los hugonotes (protestantes expulsados de Francia)
que obtienen privilegios económicos y desarrollan el comercio con África,
Sudamérica y Terra Nova (en Canadá).
La ciudad se aprovecha de los
conflictos entre Inglaterra y Francia para distanciarse de París. El rey Carlos
IX de Francia, celoso del poderío del puerto, decide retomar el mando enviando
un gobernador para dirigir La Rochelle en el interés del reino (y captar algo
de su riqueza). Los nobles de la ciudad rehúsan, lo que provoca el asedio del
puerto por las tropas reales en 1572. Con la ayuda por mar de los ingleses, la
ciudad resiste y obtiene una paz negociada. A principios del siglo XVII, los
protestantes representaban el 90 % de la población. La prosperidad está
asegurada por el comercio tradicional del vino y la sal, la pesca del bacalao y
el nuevo comercio de las pieles provenientes de Canadá.
Sin embargo, la monarquía gala se
convierte al absolutismo con el cardenal Richelieu y Luis XIII, y no tolera ya
la autogestión de una ciudad del reino, rica, protestante y de dudosa fidelidad
para con la corona. En 1628 las tropas reales asedian la ciudad por tierra y
mar para no repetir el error de medio siglo antes. Los ingleses no logran
compensar la inferioridad de los asediados y la ciudad es vencida. Pierde todos
sus privilegios menos la libertad de culto (por poco tiempo) y mueren uno de
cada cinco habitantes. El comercio se derrumba, el cambio de política religiosa
lleva a las conversiones forzosas al catolicismo, religión de Estado, y
familias enteras huyen a la Nueva Rochelle en América.
En el transcurso del siglo XVIII
culmina el comercio triangular entre África, América y Europa (esclavos de Cabo
Verde y Guinea son llevados a las plantaciones de Santo Domingo, de donde se
trae el azúcar, el café y el colorante índigo). La Rochelle es en aquella época
el segundo puerto negrero de Francia tras Nantes. Esta prosperidad no resiste a
las revueltas negreras de Santo Domingo, que conducen a la prohibición de la
trata de negros. Al final del siglo XIX se construye un puerto con capacidad
para acoger grandes bous, y la economía se recupera. Durante la Segunda Guerra
Mundial, la marina alemana creó utilizando mano de obra esclava una de las
mayores bases de submarinos del Atlántico, la cual aún se puede ver.
El casco viejo de la ciudad tiene
varios edificios del siglo XII. Las torres (de la Chaîne, San Nicolás, en el
viejo puerto, del Gran Reloj y de la Lanterne) datan de los siglos XIV y XV,
mientras que el Ayuntamiento es de estilo renacentista. La ciudad alberga
también muchos museos, entre ellos el museo acuático «L'Aquarium» (El acuario).
El segundo puerto de ocio de Francia, "Les Minimes", se encuentra al
sur de la ciudad.